INVESTIGACIÓN
Danza del Caimán Cienaguero
RESUMEN
El presente artículo muestra los resultados producto del análisis de la ritualidad propia de una danza representativa del Carnaval de Barranquilla: danza del caimán cienaguero, en la que la ideología festiva de ésta en la cultura. Se fundamentó en los aportes de la antropología simbólica de Víctor Turner, en las consideraciones sobre ritualidad de Clifford Geertz y en los postulados de semiótica cultural de historiadores e investigadores de la región; con un enfoque cualitativo y un marco interpretativo etnográfico. Los resultados constatan que las sociedades construyen un sistema de significaciones imaginarias alrededor de esta danza como ritual propio de la cultura. El Carnaval de Barranquilla puede ser catalogado como un evento de gran riqueza sígnica por cuanto sintetiza importantes manifestaciones culturales ancestrales, cuyo epicentro lo constituyen los bailes, las danzas, las dramatizaciones y lo burlesco (comedias y sátiras).
La danza del caimán representa la fuerza vital de la naturaleza, la potencia colosal de los cauces y remansos de aguas en las culturas anfibias, donde se es pescador o agricultor, según sea la estación del año. El caimán es la encarnación de esa fuerza y el símbolo más poderoso de estas culturas, al mismo tiempo que es evidente su fuerte simbología de fecundante virilidad.
VOCABULARIO Y/O PALABRAS CLAVES
Carnaval de barranquilla, danza de relación, caimán cienaguero, rituales, versificación,
pescador, cultura anfibia.
INTRODUCCIÓN
En gran medida, dentro de las diferentes manifestaciones culturales que encierra el carnaval, se encuentran de suma importancia las danzas de relación (objeto de análisis); este grupo de danzas las conforman entre otras, la danza de las recetas, la de la burra mocha, del caimán cienaguero, de los coyongos, de los negros macheteros, del paloteo, de los gallinazos y otras. Estas danzas adquieren importancia, por cuanto son danzas escenificadas desde un carácter interactivo a través de versos cantados o relacionados, relatos orales cortos, representación de animales que antropomorfizar situaciones propias de labriegos, campesinos, agrarios y étnicos, a excepción del paloteo que son versos de guerra y victorias. Las danzas de relación, por ser datadas quizá desde el siglo XVIII, han adquirido valor en su conservación y representación en el Carnaval de Barranquilla.
ORIGEN Y RESEÑA
La danza de caimán es una danza de relación y teatro, que a su vez es música, es canto, es
poesía, dramatización y movimiento. Hace parte del hilo tradicional y/o las 13 danzas patrimonios que componen el marco del carnaval de Barranquilla según la UNESCO. Surge a través de una leyenda la cual le dió vida el escritor cienaguero Dario Torregrosa Pérez. Cuenta la leyenda que, moraban en cachimbero, en una humilde chosita, Bojato y Ana Carmela Urieles, los padres de Tomasita, pero dentro del relato existe otra figura infantil quien era Juanita, la primera hija del pescador Miguel Bojato, fuera del matrimonio; un 20 de enero, día de San Sebastián, patrón de los niños y vísperas del cumpleaños de la niña Tomasa, Bojato decide celebrar las patronales de su hija menor, al caer la tarde este le pide a su mujer comprar para la celebración, en lo que la madre emprende un viaje a la plaza de mercado cercana al puerto de las mercedes, territorio anfibio en épocas del siglo XIX, antes del crecimiento de urbanizaciones en este sector de pescadores rodeado por Ciénaga, pantanos y bañado por las aguas del mar caribe. Camino al mercado, en un descuido de Ana Carmela, Juanita y Tomasita jugaban cerca al ya mencionado puerto, en el que merodeaba todas las tarde un caimán feroz, en una, Tomasita cae a la laguna y con tan mala fortuna fue devorada en las fauces de un feroz caimán y así está leyenda se hizo danza, se hizo música y se hizo fiesta.
La música y coreografía de la danza se presenta de la siguiente manera: al caimán lo siguen y rodean sus antagonistas, los pescadores del pueblo. Hombres y mujeres avanzan bailando con paso suave y ligero, entre palmas, agitando faldas y cantos. El baile se detiene para dar paso a la versificación y a la escenificación de la familia Bojato, cuando preguntan por la niña. La danza evoluciona en círculos, cuadros, bloques, líneas y por parejas, en tanto que el portador del caimán se pasea de aquí para allá con sugestivos gestos y marcada satisfacción, dando a entender, maliciosamente, cuál fue el causante de una tragedia.
Musicalmente, la danza se acompaña con el conjunto típico de los instrumentos de la época y la región, aunque aquí el formato musical varía introduciendo un acordeón. El acordeón, sin embargo, a veces reemplazado por un clarinete, también un instrumento popular en la tradición de las llamadas bandas de viento que tuvo el Municipio de Ciénaga desde comienzos del siglo XIX. La letra de la tonada es interpretada por la voz de un cantador, quien lleva los versos de la danza.
Después de conocer la argumentación de la historia cuando le dan la noticia a Bojato, va
acompañado del tan popular estribillo que sitúa el relato y resumen del trágico deceso de la
niña, el cual pregunta a su hija mayor Juanita: Hoy día de San Sebastián cumple años Tomasita y ese maldito animal se ha comido a mijitica: hijita linda ¿Dónde está tu hermana? El caimán se la comió papá... En cuanto a los versos, se tiene que la danza del caimán es una danza de relación, de la cual hay noticia en una publicación en inglés que data de 1836. Por su parte, el investigador cienaguero José Torres Macías precisó, en 1959, que la melodía que hoy acompaña a esta danza “La compuso, en 1882, Eulalio Meléndez, Por otra parte, Carlos Martínez Cabana,
quien nació en 1908, dice “haber visto y escuchado la danza en ciénaga en 1916” testimoniada por los años (1987) y comentada por el historiador Cienaguero Guillermo Henríquez (2011) con los siguientes versos:
Hoy es día de san Sebastián
Cumple años Tomasita,
Y este maldito animal
Se ha llevado a mi niñita.
—
Mijita: ¿dónde está tu hermana?
¡El caimán se la llevó!
Bendito y alabado sea...
¿Cómo me compongo yo?
Como se puede observar, los versos revelan el oficio de los actores de la danza -son pescadores-, la cual incluye una especie de representación teatral, más o menos explícita en
cuanto a la anécdota que se narra.
En cuanto a la parafernalia de la danza, el investigador e historiador cienaguero Guillermo
Henríquez (quien narra el relato) recuerda que vio esta danza por primera vez el 20 de enero de 1946, a las 8 y 30 de la mañana aproximadamente y lo relata (transcripción literal) de la siguiente manera: No había mujeres. Algunos hombres iban vestidos como mujeres, una representaba a la madre de la niña Tomasita y ésta era una muñeca introducida en las fauces del caimán. El ritmo marcado es 2 x 4, los pasos son lentos, poca coreografía: dos adelante, tres atrás, ellas agarrándose las faldas y los hombres esgrimiendo lanzas y atarrayas. Un hombre va introducido en el caimán que es una estructura horizontal hecha de cañas, alambres y papel maché, con mandíbulas articuladas... Este danzante-portador, manipula con cuerdas la mandíbula del caimán, cuyas fauces son color rojo. En la actualidad, con el paso del tiempo y la proyección de la danza, sin dejar aun lado los parámetros tradicionales de este baile colonial se le anexó la mujer como adorno y belleza al baile, algunas fuentes comentan que el maestro Alberto Arias fue quien introdujo más adelante el faldeo en las mujeres dando esta percepción visual de las olas del mar.
VESTUARIO
El vestuario de la danza es el siguiente: Hombres representan los pescadores del pueblo, llevan pantalón a media piernas también llamado así mismo como pescador, buzo de color según la vestimenta colectiva o selectiva del vestuario, portan sombrero de paja, y calzan albarcas blancas. Las mujeres usan blusa de cumbiambera, tres cuartas o campesina, pollera larga con un llamativo estampado de flores, en la cabeza un tocado de flores artificiales o naturales y calzan albarcas blancas.
REFERENCIAS
Geertz, C. (1973). La ideología como sistema cultural. Barcelona: Editora Gedisa
Ministerio de Cultura de Colombia. (2002). Carnaval de Barranquilla. Obra maestra del patrimonio oralintangible de la Humanidad. Recuperado el 14 de diciembre de 2012 de
http://www.carnavaldebarranquilla.org/images/adjuntos/UNESCOesp.pdf
Turner V.(1987) The anthropology of performance. New York: Paj publications.
Molano, A. (2006). La tierra del caimán. Bogotá: Editorial Aguilar.
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